Hay 2 detalles de los que debemos estar pendientes que son: el mantenimiento del mando del freno delantero y el ajuste de la guaya del freno trasero.
DESMONTAJE DEL MANDO DEL FRENO DELANTERO.
Para desmontar el mando, debemos retirar primero la arandela de seguridad que se encuentra reteniendo al bulón que sirve como eje del mando. Esta se encuentra en la parte inferior. Se necesita un alicate especial para este tipo de arandelas. (Ver imagen).
Este es el alicate especial de puntas con resorte. Se usa para retirar y reinstalar la arandela de seguridad.
Esta es una imagen del mando completo con el bulón. En mi caso el bulón estaba parcialmente oxidado, por lo que le apliqué una limpieza primero con una lija suave y luego con una superfina para pulir la superficie. Finalicé el trabajo engrasandolo antes de montarlo.
Una vez quitado el mando, podemos ver dos botones: uno es el switch de enciende/apaga la luz del freno trasero; el otro es el pistón que mueve el sistema hidráulico. En el caso de las gomas protectoras es recomendable aplicarles silicón líquido para asegurar su durabilidad.
En esta imagen detallada podemos ver como funciona el mando: tiene un tope que controla al botón de la luz del freno trasero, y un tope curvo que empuja al pistón del sistema hidráulico.
Una vez lubricados tanto el mando como el bulón, con la grasa más fina que tengamos, colocamos de nuevo el mando en su posición e insertamos de nuevo el bulón en el orificio. Finalizamos la operación poniendo la arandela de seguridad omega por la parte inferior.
AJUSTE DEL FRENO TRASERO.
El ajuste del freno trasero no puede ser más fácil: solo basta con darle vueltas con la mano para apretar la tuerca resaltada con el círculo amarillo; apretando se recorta la distancia del pedal. Es bueno siempre dejar un juego para evitar el desgaste prematuro de las zapatas.
El ajuste del freno trasero no puede ser más fácil: solo basta con darle vueltas con la mano para apretar la tuerca resaltada con el círculo amarillo; apretando se recorta la distancia del pedal. Es bueno siempre dejar un juego para evitar el desgaste prematuro de las zapatas.
Para desmontar el sistema de frenos trasero, debemos sacar la rueda tal y como si se hubiera pinchado la misma. Hay que desmontar la barra de sujeción del tambor de frenos, que tienen 2 tornillos con cupilla de seguridad. En la imágen inferior se puede apreciar la barra desmontada y junto a esta, el momento de retirar el sistema de frenos, que incluye la tuerca principal del eje (1), el bulón separador (2) y el tambor propiamente (3).
Acá se puede apreciar el nivel de zapatas existente. Si este alcanza un grosor menor a 1,5 mm, se deberán reemplazar de inmediato.
El sistema de frenos trasero de la Superlight es bastante sencillo, y reacciona cuando posamos el pedal del freno que mueve un cable de acero (que llega hasta el tambor) y que mueve a su vez a la leva que acciona el sistema. De hecho, es totalmente mecánico, a diferencia del sistema hidráulico de los autos. La pieza rectangular oscura que se ve en la foto de abajo, se mueve en sentido de las agujas del reloj "empujando" a las zapatas hacia afuera, obligándolas a rozar contra la parte interna del tambor, lo que hace que frene la moto. Los 2 resortes se encargan de que, al soltar el pedal, todo el conjunto regrese a su posición de reposo. El pedal del freno regresa a su posición gracias a 2 resortes cromados, colocados junto a él.
Algo típico de los frenos de zapata y tambor, es la cristalización de la superficie de los mismos, lo que ocasiona chillidos al momento de frenar. Se sabe, porque la superficie luce brillante y demasiado lisa. La solución: aplicarle una lija muy fina para eliminar el brillo y con eso, el ruido. Para limpiar todo el conjunto, se aconseja usar un soplador de aire a presión. No se deberá aceitar, engrasar o aplicar ningún tipo de lubricación a cualquier parte interna del sistema. Todo lo que luzca gastado o defectuoso, se deberá cambiar.
